ekilore

28 mayo 2007

violencia

El sábado pasado leyendo el diario "El País" me topé con una foto que me desagradó muchísimo. Así, objetivamente, la foto no tiene gran cosa pero la sensación de ahogo que me produce verla sólo se explica por la sensación que creo que podría estar pasando la chica de la foto.

Luego me acordé de cuando Dolce&Gabbana decidieron retirar aquella polémica foto y tras ella, toda su publicidad en España (decisión de la que supongo, se retractarán antes o más tarde por razones puramente económicas). Recuerdo lo que se debatió por aquella pequeña muestra gráfica de machismo y violencia de género. La verdad es que seré una insensible y una arcaica pero yo estaba colgadísima por esa foto, me encantaba.


La de los militares, sin embargo, me produce mucho más desasosiego por dentro. No sé si es por saber que es real o por qué pero no me gustaría nada ser esa chica.

Luego está el anuncio de Armani Junior que estuvieron pensando en retirar y finalmente pasó la censura.



Creo que, de la conversación sobre la subjetividad u objetividad de la belleza que mantuvimos wilde, desperate y algunos bloggers más hace unos días, se me quedó grabada una
parafrase de sallanworld, Die Schönheit liegt im Augen des Betrachters (o sea, la belleza está en los ojos del que mira)

No sé qué criterios se siguen para pasar o censurar una foto pero en mi opinión, existen fotos reales mucho más violentas a las que diariamente accedemos sin pudor ni censura.

21 mayo 2007

Win Wenders

Como parte de mi preparación emocional antes de viajar a Alemania dentro de un mes, estoy dando buena cuenta de un self-service de películas dirigidas y mayoritariamente escritas por Win Wenders.

La primera película que vi fue "Cielo sobre Berlín" (Der himmel über Berlin, 1987). Aquí os enlazo al fabuloso análisis que hace cineahora de la pieza. Actúa en mi humilde opinión, muy dignamente, Bruno Ganz como protagonista, aquel que recibiera tan malas críticas por "La Caída" (Der Untergang, 2004) Como pude leer en la fantástica revista on-line Miradas: "el realizador crea, con la impagable colaboración de Peter Handke y la inspiración de las Elegías de Rilke, un Berlín poblado por ángeles que se convierte en una declaración de amor a la humanidad". Wenders, a través de sus románticos protagonistas, pese a filmar las miserias humanas a través de los pensamientos que escuchamos en off, pone de manifiesto que por más negra que sea la condición humana, esta es lo suficientemente rica como para dar envidia a los propios ángeles.

La segunda pieza fue "El hotel del millón de dólares" (The million dollar hotel; 2000), un auténtico descenso a los infiernos de la locura lleno de diálogos irreverentes y curiosamente lúcidos, si se tienen en cuenta las dudosas facultades mentales de los protagonistas. Dicen los críticos un poco peyorativamente que, con esta película, Win wenders trató de dar una imagen europeísta de su amado Estados Unidos. A mí me parece una brillante ejecución de una original idea de Bono, cantante de u2, que rodó en la terraza de este decadente hotel de L.A. el video de la canción Where the streets have no name. Para los más avispados: a ver si lo pillais en el cameo que hace en esta película.

Finalmente, tuve la oportunidad de ver la maravillosa "Paris, Texas" (ídem, 1984). Esta película podría entrar en una de esas listas que los críticos gustan de realizar tipo "Las 100 mejores películas del siglo XX". Por supuesto, ésta es una opinión personal pero el viaje emocional que realiza el espectador de la mano del protagonista, Travis, encarnado de forma magistral por Harry Dean Stanton no se repite en ninguna de sus otros films, al menos de los que yo he visto hasta ahora, que incluyen "El amigo americano" (Der Amerikanische freund; 1977) y "El final de la violencia" (The end of the violence, 1997). Estas dos últimas ambién muy recomendables.

07 mayo 2007

anselm kiefer

dice la crítica de anselm kiefer que cuatro elementos formales determinan su trabajo: la aparición de lo escrito, grandes formatos monumentales, cuidadas perspectivas y atención al detalle táctil.

el jueves pasado tuve la oportunidad de descubrir parte de los trabajos de este importante artista, que interpreta sus pasiones y obsesiones a través de instalaciones, dibujos, pinturas y
esculturas en las que se mezclan grandes dosis de alquitrán, piedra, plomo, paja, y otros materiales de diversa naturaleza.

su obra goza de gran monumentalidad y en ella acumula referencias y crítica a la historia alemana y al nazismo, acudiendo también a la mitología nórdica y a una mentalidad romántica.

este artista, nacido en donaueschingen, alemania, tras finalizar sus estudios de francés, derecho y pintura en dusseldorf, viajó por europa durante 1969, asistiendo a los cursos de josep beuys en Dusseldorf hasta 1972. la influencia de éste en sus obras es evidente, así como la de filósofos como heidegger y foucault. su presencia en la biennale di venezia de 1980 le confirmó como uno de los artistas, junto con baselitz, capaces de imponer la nueva pintura alemana en el escenario internacional.

en el marco del décimo aniversario del guggenheim de bilbao, se presenta ahora la mayor antología de la que ha sido objeto este artista en los últimos años. bajo el comisariado de germano celant, reconocido crítico internacional -a pesar de algunas voces discordantes- y director de la 47º biennale di venezia (1997), la exposición se plantea como una revisión de los últimos diez años de producción artística de kiefer y su relación frente a las obras que de él posee el museo en su colección. es precisamente a esta colección de bilbao, a la que se incorpora una nueva pieza creada específicamente para la ocasión: un trabajo de dimensiones monumentales que traza un vínculo con el diseño arquitectónico que gehry dispuso en el museo.