ekilore

23 agosto 2007

Artistas

Conversando hace unos días con un amigo sobre la exposición de Schnabel en el edificio de la antigua Tabacalera de San Sebastián, coincidíamos en que hay un mundo dentro de los museos y otro muy diferente fuera de ellos. A veces tengo la sensación de que, desde que comienza nuestro aprendizaje, no sé cómo explicarlo pero parece que se nos eduque para tener un prejuicio positivo sobre ciertos pintores y extensivamente, artistas de los que hay abundantes obras en stock en los edificios de las diferentes instituciones culturales de un país. Por lo menos, no recuerdo que en el colegio, ningún profesor de arte tuviera algún interés en introducir en el temario a autores de los que no hubiera ninguna representación en las salas divulgativas.

Estoy totalmente de acuerdo en que a Caravaggio, Bertolt Brecht y Buñuel hay que estudiarlos porque forman parte de la historia de la
cultura de cada país pero también, creo que habría que favorecer la divulgación de otros artistas fuera de los ámbitos, digamos, clásicos. De lo universalmente convenido.

No sé, son apreciaciones muy subjetivas porque son personales y sobre todo porque por supuesto, no tengo los conocimientos necesarios para poseer una opinión fundamentada pero como por medio de este blog puedo expresarme libremente siempre que lo haga educadamente (al igual que todo el mundo que lo desee), aquí va una mención personal de unas artistas que me encantan. Algunas pueden agruparse dentro del arte conceptual* de los años 60 y 70:


Martha Rosler: nació en Brooklyn en 1943 -así que tendría alrededor de cuarenta años cuando yo iba al cole- y ya en los primeros años de la década de los 70 realizaba trabajos para revistas de corte político y social. En la Documenta 12, durante las vacaciones por Alemania, vimos su "The Bowery in two inadequate descriptive systems" de 1974-1975 y la actualizada ahora para la Wack del Moca de los Ángeles, "Hot House or Harem", fotocollage de 1966-1972.


Por cierto, este certamen de Kassel -la Documenta- es una estupenda oportunidad para descubrir a un buen puñado de artistas olvidados por las historias del arte oficiales y por el mercado.


Rosler es una artista multidisciplinar -video, acción (performance), instalaciones y literatura sobre arte- aunque a mí, especialmente, lo que más me atrae son sus expresivos fotomontajes desde la perspectiva feminista.

Adrian Piper: artista conceptual, escritora y profesora de filosofía nacida en Harlem, Nueva York, en 1948. Admiradora de Kant, Piper trata temas como la xenofobia, los estereotipos racistas y la situación de la mujer: "El problema sobre identidad racial no es sólo mío, es también vuestro problema, si tenéis tendencia a comportaros de manera insensible o despectiva hacia los negros cuando no hay ninguno presente".


Carolee Schneemann: nacida en Fox Chase, Pennsylvania, en 1939, es una de las figuras cruciales dentro de la performance y el body art de los años 60. Simple, directa y descarnada, en la performance "La alegría de la Carne" (Meat joy -realizada por primera vez el 29 de Mayo de 1964 en el Festival de la Libre Expression de Paris-), simulaba un rito erótico en el que pescado crudo, pollo, salchichas, pintura mojada y plástico celebraban la carne como materia prima. El principal logro de Schneemann fue desmontar tabús instalados en la sociedad, principalmente aquellos referentes a las mujeres, como el de que el cuerpo de la mujer debería ser objeto de control por parte de ella misma.


*La experimentación de las llamadas vanguardias artísticas del siglo XX, llegó a su punto culminante con el Conceptual Art, que significaba la desmaterialización de la obra de arte gráfica: no más pinturas sobre tela, no más esculturas, sólo propuestas teóricas apoyadas por materiales no plásticos para proyectar ideas y conceptos.

04 agosto 2007

Royal Opera House

Más conocida como el "Covent Garden", por estar ubicado en ese barrio, el Teatro de la Ópera de Londres es la sede de dos compañías británicas, la Royal Opera y el Royal Ballet. Construido inicialmente en 1728 como teatro en la plaza de Covent Garden, donde funcionó el más antiguo y popular mercado de hortalizas y flores de Londres, el actual edificio de la ópera data de 1858.



Lo cierto, es que mi compañero de viaje y yo accedimos erroneamente por la parte trasera del edificio y nos dio la sensación de ser una costrucción extremadamente sencilla, por no decir demasiado austera pero la realidad es que la fachada, de origen victoriano y el bellísimo "Salón floral" adosado al edificio principal, nos daban la espalda así que nuestra opinión no estaba correctamente fundamentada.

Nos encontrábamos allí para asistir a "Don Giovanni". Personalmente, estaba tan entusiasmada como una niña. Caminaba despacio hacia mi butaca pensando en la historia del teatro, escudriñando las caras de las personas que acudían al pase...

Esta foto la tomé en el entreacto. Anna Netrebko estuvo maravillosa en su papel de Doña Anna pero nosotros estábamos impacientes por tomarnos una copa en el Foyer.

En realidad, desde nuestras butacas de 30 pounds se accedía directamente al atrium de los pisos superiores, el Paul Hamlyn Hall, y allí nos quedamos pero desde ésta y a través de una cristalera, podíamos ver el bellísimo Salón Floral, el "Floral Hall", y su impresionante bóveda. Este espacio de hierro y cristal fue construido por E. M. Barry en 1858 junto al tercer y definitivo teatro de la ópera y fue originariamente diseñado para competir con el Bedford's Flower Market.

E. M. Barry fue un arquitecto del siglo XIX, hijo de Sir Charles Barry -autor de las Houses of Parliament-, que trabajó frecuentemente en numerosas estructuras de Londres, como Downing College, el Museo Fitzwilliam y parte de la remodelación de la National Gallery de 1868. También fue el responsable de la impresionante Estación de Charing Cross, junto al arquitecto John Hawkshaw, con el que llevó a cabo numerosos proyectos.