nietísimo

decía lucian freud sobre ingmar bergman que era maleducado: "simplemente, ridículo".

el nieto del inventor del psicoanálisis, se fue a suecia a pintar un retrato del director: "verá que mi perfil izquierdo es mejor ¿por qué no lo pinta?". lucian se puso nervioso y encendió un cigarrillo: "oh, ¿le importaría no fumar? he tenido un constipado". a lucian, esta situación le crispaba. mientras el artista trabajaba, bergman se levantaba constantemente para hablar con bibi andersson o cualquier otra actriz de la época. al rato volvía y le preguntaba: "¿todavía no ha acabado?. así que terminó de sacar a lucian de sus casillas y éste se largó de suecia.

lucian freud tenía vocación de jugador. llegó a perder cantidades indecentes en los sótanos de londres por culpa de su impaciencia pero lejos de entristecerse, lucien pensaba: "viva! ya puedo volver al trabajo". en el libro freud at work: lucian freud in conversation with sebastian smee, en el que libera todos sus demonios, llega a reconocer que de no haber sido pintor, probablemente habría acabado siendo ludópata.

frecuente en bailes y actividades nocturnas, mujeriego pero profundamente discreto, desdeñaba ser el centro de atención. consecuencia de esta actitud es una anécdota que se cuenta en el libro: "estaba en una discoteca y oigo que el barman le pregunta a un hombre: '¿apunto esto en su cuenta, señor freud?' y el otro responde: 'sí, póngalo en mi cuenta'. cuando el hombre se fue, pregunté quién era. 'es el señor lucian freud' contestó el camarero". tiempo después, lucién llegó a entablar conversación con aquel hombre. "era la persona más repulsiva que había conocido en mi vida, así que le pedí que posara e hice un retrato de mí".

la obra de lucian freud es un compendio de muestras carnales llenas de sentimiento y aún así, agresivas y anti-sentimentalistas. preguntado sobre esta paradoja, contesta en su libro: "será porque soy biólogo".